Disclaimer: Personajes de JK Rowling.
Beta: ILSly.
Maldad, miedo y humillación
Tiembla...
Hermione se siente más indefensa que nunca, acostada en una cama de torturas, completamente desnuda y siendo observada por unos hermosos y malignos ojos azules que brillan hambrientos mientras recorren su cuerpo. Tiene la respiración agitada por lo que su pecho sube y baja rápidamente. A pesar de que sus heridas internas hayan mejorado medianamente, Hermione sabe que no está recuperada del todo y entre el frío de la celda y que el que su cuerpo recibe ahora probablemente pesque una pulmonía. Por mucho que a sus captores no les importe.
La castaña trata de no llorar, bastante debilidad está mostrando ya como para seguir dándoles el gusto, aunque claro; ese tipo de pensamientos dependen de lo valiente que se sienta el día de turno.
Gira la cabeza todo lo que las ataduras se lo permiten y entonces sí no puede evitar estremecerse. Ahora Hermione sabe con seguridad que corre un gran riesgo. Nada tienen que ver los ojos grises que le miran despidiendo un odio visceral. Así como tampoco puede asegurar ese riesgo gracias al aura maligna que rodea a su archienemigo declarado, para nada. Se sorprende al notar su propio cinismo mientras observa a Draco Malfoy con el pánico plasmado en la mirada.
-Nott, sal un momento.- dice el rubio con voz glacial; ella percibe el desconcierto del castaño, pero eso no evita que él acate la orden que le acaban de dar.- Y no entres hasta que te busque, vete por ahí.- le ordena con un movimiento de muñeca.
Entonces esos pozos del color del mercurio se posan en ella nuevamente, provocando que su respiración se agite y su mente reviva el puñetazo que le dio antes de enviarle a las mazmorras, así como también la maldición Cruciatus que le dejo inconsciente. Lo nota sediento de venganza, y furioso como jamás ella llego a verlo nunca. Su curiosidad y esas ganas de saber lo que planea le impulsan a hablarle, pero su parte precavida le dice que mejor mantenga la boca cerrada, si no quiere que el castigo sea peor.
-¿Sabes, Granger?- comienza a hablar él; ella lo escucha atentamente tratando de ocultar su pavor infructuosamente- Te odio como a nadie, te detesto. Detesto tu sangre y me repugna tu olor. Eres asquerosa para mí, muy poca cosa como para que mi mirada deba posarse en tu maldito cuerpo, pero tengo una misión y no descansaré hasta cumplirla. Y lo lograré gracias a ti, si es que posees una décima parte de la inteligencia de la que alardeas tanto.- El rubio comienza a rodearla; caminando como un depredador acechando a su frágil presa. Con cada palabra se acerca cada vez mas al lugar donde ella yace, y para cuando comienza a mencionar su inteligencia una de sus manos recorre cada curva de su cuerpo, Hermione se retuerce intentando apartarlo, pero es en vano.- Me ayudarás, por supuesto que sí- continua diciendo- aunque antes me aseguraré de saciarme, y de paso; de joderte un poco. Y eso…es en toda la extensión de la palabra.
Y así; se acerco, apretó aún más los grilletes que la mantenían sujeta al camastrón de torturas; un pedazo de cemento tieso y frío para luego, sin dejar de mirarla fijamente; comenzar a desprender uno a uno los botones de su túnica de mago; dejando ver su cuerpo.
Fue la primera vez que Hermione observó la Marca Tenebrosa, negra y maléfica, contrastando en sus blancos brazos.
En un reflejo instintivo la castaña inclinó la cara hacia el otro costado, dispuesta a no mirar; mala idea. Sus manos de inmediato le apresaron la barbilla y le obligaron a girar bruscamente; tanto, que incluso sintió el sonido provocado por las vértebras. Era obvio que la actitud no le había gustado a él; más sin embargo eso no impidió que se siguiera desvistiendo hasta quedar desnudo para luego aprovecharse de su poder dentro de esa mansión.
-No, Granger, vas a mirar, y por tu propio bien, mantendrás la boca cerrada. Si quieres salir con vida de este lugar.- Los ojos de ella se aguaron, y aunque quiso evitarlo, sus lágrimas bajaron libremente por sus mejillas; traicioneras, estaba aterrada.- Te voy a preguntar algo, si no me dices lo que quiero o me sea útil, recibirás un castigo. ¿Qué es lo que busca Potter?- Cerraste los ojos con fuerza y te obligaste a no responder.
El castigo prometido no demoro.
Malfoy se subió a la mesa, quedando encima de su cuerpo. Y fue ahí cuando Hermione por fin desentraño lo que planeaba hacerle, y pataleando todo lo que pudo, se retorció y sacudió, e incluso intentó propiciarle una patada en la entrepierna; tratando de detenerlo, de evitarlo pero fue inútil. Él no reacciono de ninguna manera salvo dejando salir una risa falsa, fría y hueca.
-La gatita quiere pelear... Vaya, vaya.
Lo siguiente que ella llego a sentir fue la manera en la que la boca de Draco se cerraba en torno a su pezón derecho, mordiéndole con toda la intención de hacer daño. Hermione grito al mismo tiempo que sentía como la lastimaba y un hilillo de sangre bajaba hacia su estómago. Una de sus piernas se metió entre las de ella y se las abrió de un fuerte tirón, un agudo dolor le recorrió a lo largo de la parte interna del muslo, ya que no posee mucha movilidad y él fue tan brusco que el músculo pudo haberse desgarrado. No importaba cuánto luchara, parecía que eso lo enfebrecía mas y mas.
-Intentémoslo de nuevo, ¿qué planea Potter?- Hermione cerro los ojos con fuerza, no iba a decir nada- Maldición, Granger, te lo advertí.- gruño él más molesto que nunca.
La aplasto con su cuerpo, llevando la varita en su garganta.- Crucio.- murmuro. Sus gritos sonaron en toda la habitación, miles de cuchillas clavándosele nuevamente en cuerpo, perforándole, haciendo que deseara la muerte.
Una vez que los efectos de la maldición pasaron, Hermione sintió la manera en la que se posicionó entre sus piernas, ella lo miro, le suplico con la mirada que no lo hiciera, pero nada funcionó. Un nuevo grito salió de sus labios, al tiempo que sentía una erección frotarse contra su cuerpo. Hermione quería pelear, pero Malfoy no se lo permitió, ni siquiera le da tiempo a reaccionar cuando la penetra, quebrándole por dentro. Fragmentando su alma. El dolor es insoportable, ella intenta cerrar las piernas pero no lo consigue, él la tiene sujeta.
Está cada vez mas adentro, lo siente aunque no quiera y entonces llora en silencio. Le odia, pero ahora más que nunca le teme.
-Más te vale intentar relajarte, o será peor para ti. Espero que ahora no quieras desafiarme, Hermione, porque no estoy acostumbrado a violar mujeres, créeme; es lo único en lo que seré sincero. Lamentablemente para ti, no tengo más paciencia. Yo soy quien manda, ya te lo dije. Yo tengo el poder, y tú estás sometida a mi.- Cada palabra de Malfoy era afirmada por una estocada. Ella quería morir en ese mismo instante, Draco no solo le había golpeado y torturado; ahora le violaba y humillaba. Y lo seguirá haciendo.
El dolor que padece va más allá del corporal, en esos momentos le duele el alma.
Un grito particularmente desgarrador sale desde el fondo de su garganta cuando el miembro de ese ser la atraviesa hasta el fondo. Cierra las piernas, opone resistencia, pero su captor parece enfebrecido por cada muestra de resistencia que ella hace y la toma de la cara, obligándola a mirarle, al tiempo que lo que ella siente como un hierro caliente; desgarra su cuerpo por dentro.
De pronto, así como lo comenzó, terminó.
Él sale de su interior, y ella agradece que al menos no haya acabado dentro de su cuerpo. La deja en ese maldito lugar, desnuda, atada y vejada. Ella vuelve a gritar mientras las lágrimas caen libremente desde sus ojos hasta su cuello, vuelve a ser consciente del frío a su alrededor; solo que ahora percibe también un fuerte dolor en su vagina. En ese momento Hermione odia la maldita guerra y desea ser una simple muggle sin relación a la magia, donde por lo menos allí pueda fantasear con tener una vida normal y no vivir el infierno en el que está. Se odia a si misma, quiere una tina, meterse allí dentro y no salir más. Se siente sucia. Y lo peor es que sabe que nada de eso terminará ahí.
Después de que los capturaran y llevaran a la Mansión Malfoy, luego de que perdieron a Hermione allí, ninguno se atrevió a seguir fugándose, desde ese instante fueron a la casa de Bill, y se decidieron a crear un plan para rescatar a su amiga, con la ayuda de toda la Orden del Fénix. Tú no puedes evitar sentirte culpable, ya que sabes que no deberías de haber nombrado a tu rival, te lo advirtieron, y en un momento de exaltación no pensaste, fuiste igual de irracional que la vez que mataron a Sirius.
Tus ojos verdes se cierran del cansancio pero te niegas a dormir. Piensas que cuanto mas tiempo estés despierto mas podrás hacer por tu amiga, aunque sabes que no es así, que esta vez la jodiste y deberías dedicarte a seguir las órdenes de Remus, que es quien está a cargo de idear una misión para rescatar a tu casi hermana de las garras de los Mortífagos.
Así que se quedan en el Refugio y tu vez pasar tu tiempo allí.
Al menos, vivir con Bill te ha hecho notar los cambios notorios que éste ha sufrido después del ataque de Greyback. No es solo que la carne la coma media cruda, sino que además notaste como su carácter parece ser más explosivo ya que lo has escuchado algunas veces discutiendo con Fleur. Y pudiste comprobar también que tiene una gran fuerza, y que sus sentidos están mas desarrollados ahora.
Claro que también te has dado cuenta de que Ron te está esquivando, sabes que esta furioso y asustado, te culpa por lo que pueda sucederle a ella, de la misma manera en la que te culpas tu mismo. Cada vez que te permites dormir tienes continúas pesadillas en donde rememoras el momento en el que ves a Hermione retorcerse del dolor en esa sala, negándose a delatarte y decir tus planes. Sin mencionar que saben de los Horrocruxes.
-Harry.- La voz de Bill te hace pegar un brinco, no notaste su presencia.- Puedo ayudarte a entrar a Gringotts si es lo que deseas, pero necesito que confíes en mí, y me digas que es lo que buscas.- Posaste tu mirada en él, era una oferta tentadora, pero no quieres poner a más personas en peligro por tu culpa.
-No lo sé, Bill, no quiero poner a más nadie en peligro.- Ves como algo peligroso y oscuro brilla en sus orbes.-
-Tranquilo, sé cuidarme. Lo haré por mi hermano, está destrozado y no soporto verlo de esa manera.
Dudas por un momento; observando detenidamente a Bill. Para ser un hombre tan joven se notaba bastante maduro, los rasgos lobunos se habían encargado de ellos. ¿Podría confiar en él? Claro que si…pero ¿Sería prudente? ¿Sería responsable? ¿No estaría arriesgando a un ser querido más?...
Pero, quizás así fuera mejor, si él fallaba; alguien más debía encargarse de los Horrocruxes. Harry suspiro tomando una decisión.
-De acuerdo, te lo explicaré. El año pasado, antes de morir, Dumbledore me estuvo dando clases particulares para explicarme los puntos débiles de ese desgraciado, el punto es, que existen dichos puntos. – tomo aire antes de ver a Bill directamente a los ojos-Son los Horrocruxes: Fragmentos del alma que se logran matando a una persona. Consiste en dividir tu alma y colocar esos fragmentos en un recipiente… Es magia negra muy antigua y peligrosa. Tom Riddle cometió un error al hacer tantos, creemos que son siete, teniendo en cuenta la importancia que la comunidad mágica da a ese número. Albus destruyó uno: el anillo de los Gaunt. En mi segundo año, yo mismo destruí otro: el diario que Lucius Malfoy le dejó a Ginny. Y por último, Ron acabó con el relicario de Slytherin.
-Entiendo- murmuró Bill, concentrado- ¿Y cuáles son los que faltan?- Pregunto.
-Suponemos que buscó objetos que él cree de valor para crearlos, así que en un principio pensamos que tienen que estar relacionados con los fundadores de Hogwarts, además, estoy seguro de que considera ese su verdadero hogar, lo sé, yo también lo siento así. Y siguiendo esa línea creo que el resto tienen que ser objetos que hayan pertenecido a los fundadores. La copa de Hufflepuff es mi próximo objetivo. – Harry alzó una de sus manos colocándosela; en un gesto de cansancio, en el puente de la nariz- Creo que está en Gringotts, Lestrange se alteró demasiado cuando vio la espada de Gryffindor y algo que dijo me da pie a creer que es ella quien lo oculta en su cámara del banco. Me gustaría tener mas información, pero ya no se más.
El pelirrojo se levantó de su lugar, y sin decir ni una palabra se dirigió al pequeño despacho que hay en Shell Cotagge. Seguramente a buscar algún libro que pudiera ayudarlos, si es que conoce un poco al hermano mayor del clan Weasley.
En el fondo de su corazón está agradecido de la ayuda que le están dando, y también les agradece que no le reprochen nada. Así como se lo agradece también a toda la Orden en general.
Solo espera que también puedan rescatar a Hermione a tiempo, antes de que sea demasiado tarde.
¡Hola! Bienvenidos a un nuevo capítulo.
Bien, antes de que me odien, si ya no lo hacen, les digo que fic es un DarkDramione, MUY DARK. No se si lo advertí, la verdad. Sé que se lo dije a la beta y a todos los que sabían que lanzaría esta historia.
Mis disculpas si herí sensibilidades, y mis disculpas por la demora. La verdad es que esto esta planeado para ser lento, y no muy extenso (máximo de 30 capítulos, aunque dudo que pase los 25). Voy a actualizar una vez al mes si? No puedo apurar a IL, ella tiene cosas que hacer y no vive para mi, pese a que siempre (en serio) se haga un momento para corregirme. Y para mi en general, no en vano siempre estamos en contacto y demás.
Por cierto, hay un párrafo entero escrito por la beta. Gracias sis, no se que sería de ti. Te prometo que mejoraré! Ah y el próximo capítulo ya esta completo, falta corregirlo^^. Buenas noches, que descansen.